La experiencia fue tan gratificante como desastrosa aunque mi tutor (gracias Maestro) estuvo apoyándome y animándome hasta el final. El secreto, según sus instrucciones, es mantener el contorno de tu cuerpo perpendicular a la tabla (como es evidente) e ir inclinándote levemente para desplazar tu peso hacia el lado que queremos que lleve las de cantar, en mi caso el izquierdo lo que me hace ser Regular (al contrario sería Goofy). Aunque la teoría es lo que casi siempre se me ha dado mal en este caso creo que fue lo mas sencillo. El vídeo de arriba confirma que caerme me caí y en más de una ocasión pero gracias (de nuevo) a que tenia protecciones los daños por golpes fueron mínimos. Aunque este vídeo creo que fue tomado la segunda vez que bajaba la pista grande, tras solo un intento en la pista pequeña, al final de toda la sesión (2 horas y media) conseguí bajar casi media pista del tirón sin caerme y a una modesta velocidad.
La intención de mis amigos era que el 14 de agostos (día de mi cumpleaños y día siguiente de esta sorpresa) me acordase de ellos y, por las agujetas que gané y, claro está, por lo agradecido que estoy de ellos, lo consiguieron. Fue y ha sido uno de los regalos más inesperados de tantos (o tan pocos) años de vida y me aventuro a decir que uno en los que creo que más he disfrutado y sufrido.
Muchas gracias a Carlos y Cristina.
Por cierto, si estás pensando en algún regalo para hacerme y estás pensando en una experiencia parecida... ejem... ejem... Aunque si prefieres cosas útiles, no pienses en un pendrive de 2 gigas con lector de tarjetas SD, ni en unas gafas de sol wapas porque ya me las han regalado...
Vídeo: ChT en Xanadu haciendo Snowboard