Pese a que mi fobia no tenga que ver con la sangre, en algunos sitios dicen que mi fobia se llama Hematofobia o Hemofobia aunque he encontrado una definición que se ajusta más: Belonefobia (belone- del griego aguja).
Pues la verdad es que no pienso que esté relacionado con la sangre puesto que no me desagrada verla e incluso en películas de terror o gore disfruto con ella. Fuera de lo que es ficción, he podido ver operaciones en televisión cuando en el programa de Ramón Sánchez-Ocaña las ponía en Más vale prevenir; también, cuando hacia las reformas de mi casa, con un cristal me corté en la pierna y, mientras me cerraba la herida con las dos manos y mi pareja corría de un lado para otro nerviosa, lo que más me preocupaba era que me cosieran y ponerme la antitetánica.
Siempre ha sido para mí muy traumático el tener que hacerme un análisis de sangre y ponerme vacunas. Para que todo sea menos problemático siempre aviso a las enfermeras que soy de "ese tipo de personas" que ameniza la mañana. Y es dicho y hecho, porque comienzan a ridiculizar el hecho de que el tamaño de "mi artilugio" probablemente es más grande que el de ellas y eso me convierte en un hombre rudo y fuertote que no debe temer ante esa situación. Acto seguido mi pensamiento es que dicho artilugio se encuentra perdido en algún lugar a la altura de donde la saliva en esos momentos no logra pasar con facilidad...
Probablemente es entonces cuando todo a mi alrededor comienza a ser difuso, veo enfermeras que traen una camilla, me dicen que me tumbe en ella y haga los típicos ejercicios con la mano para que me encuentren las venas (pienso que probablemente todo lo que no se encuentra ahora mismo está en mi tráquea apiñándose con "mi artilugio" dado su gran tamaño). Y es que ya sabéis que dicen que cuando estás nervioso en una charla lo mejor es imaginarse al resto desnudo. Pues aquí con las enfermeras me resulta como más fácil.
En el momento clave de la incisión no me vale con no mirar como todo el mundo dice. Sé que está ahí, me mira con una sonrisa. Además la porta una enfermera atractiva. Y desnuda!!! Me digo a mi mismo que puede ser contraproducente pensar en eso en ese momento porque la sangre tomará un camino que no conviene... Pero todo eso mientras que la enfermera dice "No las encuentro, tu tranquilo" y yo pienso que eso en otro momento puede ser un gran argumento para sacar mogollón de chistes fáciles... Se me escapan risas nerviosas, tengo frio pero sudo, como no miro pienso que ahí viene, se aproxima, de repente noto como una goma que estaba ahí se suelta, he perdido la noción de lo que estaba sucediendo y pienso que es el condón... La digo que pare!! Que no queremos tener problemas, llega otra enfermera, me siento débil, me sujeta sin problemas (tampoco es que me resista), la miro con una sonrisa, ella me consuela acariciándome la cabeza y pienso que estoy en el cielo. Pero en un giro inesperado de los acontecimientos eso parece una película gore y veo tubos y tubos de sangre que salen. Y es cuando me doy cuenta de que me la han clavao. Pero bien.
Bueno, como veis es superior a mis fuerzas y no logro controlarlo ni aun manteniendo mi atención en otros temas. Buscando información sobre esta fobia me he dado cuenta que no estoy solo [1] [2] [3] [4]
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Fobia a las jeringas: Belonefobia
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jajaja, hasta he llegado a imaginarme a las enfermeras... aunque a mi me pongan más las niñeras ;)
ResponderEliminarMe has recordado, a una situación parecida, pero al revés. En este caso la 'acojonada' era la enfermera. Este verano, por temas inconfesables, acabé de urgencias en el hospital de Ávila, donde, entre otras, me tuvieron que hacer análisis de sangre. Pues el caso... es que había una enfermera y enfermero 'discutiendo' (en voz baja) entre ellos porque la chica no se atrevía a pincharme (estaba en prácticas). Como escuché la conversación le dije que fuera valiente, que a mi no me importaba, y allá que fue. Lo hizo de puta madre, y apenas me enteré. Luego la enfermera, agradecida por ayudarla, se desnudó y me devolvió el favor... vale, vale, esto último no es cierto, pero no vas a ser tú el único con derecho a imaginar... :)
Be brave my friend.
"Me has recordado, a una situación parecida...por temas inconfesables, acabé de urgencias...entre otras, me tuvieron que hacer análisis" jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que cabrón se deja la exclusiva para su blog jajajajajaja
ResponderEliminarSin duda genial el post, ahora apor todas...cuenta la operación de fimosis....jajajajaja
ResponderEliminarMu bueno.
Hola! Mi nombre es Paula, soy argentina... y cai en este blog buscandole un nombre a mi fobia!
ResponderEliminarDefinitivamente no estas solo. Ya desde chica, sacarme sangre o ponerme una vacuna me provoca una sensacion espantosa, quiero correr al grito de "alejen esa cosa abominable de mi!!!", y me pasa lo mismo que vos decis de la sangre... Es mas! Tengo un tatuaje y dos piercings, y ninguna de esas cosas me provoco la misma sensacion que me da ver una jeringa!
Nada, solamente queria decirte que no te sientas solo, porque DEFINITIVAMENTE no lo estas jajaja
Saludos, compañero de fobia! XD
Hola Paula
ResponderEliminarEspero que un día la ciencia descubra otros sistemas menos agresivos para sus propósitos y podamos descansar.
Definitivamente, gracias.
Gracias por tu visita y tu comentario.