lunes, 15 de octubre de 2007

Monólogo: El servicio


Definitivamente estoy harto. Quiero hoy mismo proponer una normativa de comportamiento en wc públicos.

Si tío, es que vengo ahora mismo de… poner un fax y no hay nada que me fastidie mas que no poder… marcar haciendo ruido porque hay otro que entra después y se pone a hacer las mismas gestiones. Ya me entiendes. Y es que esto también tiene que acabar. Hablemos claro: donde esté poder sentarte y tirarte unos cuantos cuescos sonoros sin tener que justificarte...

Vamos a ver ¿no os ha pasado a vosotros?: Llegas a un baño, haces inspección acústica (y olorosa) de alguna presencia en la sala. Te aproximas a los cagaderos mirando señales como luces encendidas, sombras bajo las puertas y descubres esa apetecible soledad. Te adentras en el cuartucho, cierras la puerta (con candado), haces inspección de la taza, la forras de papel higiénico, te bajas los pantalones hasta los tobillos, vuelves a colocar el papel higiénico (hay que asegurarse), te acomodas lo mejor que puedes y cuando has hecho todo el ritual y estás apretando, alguien entra por la puerta. Es entonces cuando ocurre el llamado efecto “tortuga mete la cabeza”.

Si tienes suerte solo entra a mear y se va. Puedes aguantar eso. Lo malo es cuando entra haciendo todo tipo de ruidos y toses de lo mas asquerosos intentando decir: “Hey! Soy el tipo mas cerdo y me da igual que estés ahí o no. Lo voy a hacer.”. Y lo hace. Y tú permaneces callado por “educación”. Y te preguntas “Ahora no procede el replicarle, ¿no? ¿Me ha ganado? ¿Toso?”. El crea su Tormenta perfecta mientras tú te sientes George Clooney luchando como en la película. Pero nada, te tienes que mantener ahí. No te gusta lo que hay (como en la película) pero debes quedarte. ¿A que he venido si no?.

Y es que, cuando no tienes mas remedio, debes permanecer en silencio y dejar su momento a otros, pero te sienta mal porque llegaste primero e hiciste las cosas correctamente. Por lo que dicto que la norma mas importante es: El que ya estaba, gana. El debía haber cedido a tu presencia lavándose las manos o meando para disimular y volviendo al rato. Y tú mientras te entretienes mirando las paredes, el techo, o la tripa que te sale en esa postura y te preguntas: “¿A George Clooney le saldrá esto?”

Alguna vez sucede que no has inspeccionado del todo bien y ocurre que cuando te sientas se escucha del cuarto de al lado un pequeño “suspirito”. Y te quedas con cara de: ¿he sido yo? Y agudizas el oído y el otro permanece atento a tus movimientos porque cree que ha hecho lo suficiente para alejarte. Pero tú quieres una prueba de que el no se rinde y os podéis pasar horas así hasta que uno cede. Y cuando crees que has ganado, se te han ido las ganas.

Pero ojo ¿y si es una emergencia? ¿Como dices al que estaba que te toca a ti? Da reparo preguntar, ¿no?. Bueno, quizá la norma debe ser, que si el ruido se convierte en desagradable, vale levantarse y ceder. Ah! Claro, por eso el de antes era tan repugnante. Hacia trampas. Entonces, chico, si tienes emergencia… no haberte tomado el café de la maquina.

2 comentarios:

  1. estoy totalmente de acuerdo, no hay nada mas que jo... que te interrumpan en tu "relax"

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  2. Grandisima reflexion sobre el noble acto del cagar,como diria Juampa : caga el Rey,caga el Papa, y sin cagar naide se escapa

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